Redacción Minuta Legislativa
El Congreso del Estado de Durango fue el lugar que sufrió los mayores daños durante la manifestación del 8 de marzo, con vidrios quebrados, puertas y ventanas dañadas, pintas y hasta un incendio que destruyó oficinas. Héctor Herrera Núñez, presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, informó que se están evaluando posibles acciones legales para abordar los daños sufridos por el edificio legislativo.
Aunque expresó su apoyo a la lucha por los derechos de las mujeres y el derecho a la libre manifestación, Herrera señaló que los excesos durante la protesta pusieron en riesgo la seguridad de las personas dentro del recinto y afectaron gravemente el funcionamiento de las instalaciones.
El Congreso sufrió daños importantes en su infraestructura, incluyendo el segundo piso, equipos de cómputo, impresoras y áreas de espera. También se destruyeron documentos clave, como archivos de trámites legislativos y peticiones ciudadanas. Los archivos digitales de la Secretaría General también fueron consumidos por el fuego, lo que obstaculiza la continuidad de varios procesos legislativos.
El presidente del Congreso destacó la valiente labor de las mujeres policías y los elementos de Protección Civil que garantizaron la seguridad durante los disturbios, rescatando a dos mujeres atrapadas en el fuego.